Una breve reseña sobre el estudio de las migraciones desde las ciencias sociales

Desde un sentido estricto la migración implica el desplazamiento de humanos o de animales de un lugar a otro (Chomsky, 2011). Estos desplazamientos han sido una constante en la historia de la humanidad. Sin embargo, o quizás a causa de ello, cada flujo migratorio es diferente de acuerdo al contexto en el que sucede. 

En este sentido, uno de los grandes desafíos que enfrentan en la actualidad los estudios académicos sobre migraciones es el de abordarla como un aspecto indisociable de la experiencia humana y, al mismo tiempo, problematizar las barreras y las desigualdades que ponen en juego las diversas formas de movilidad (Glick Shiller y Salazar, 2013). 

Este breve artículo presenta a grandes rasgos las perspectivas desde las que se han estudiado las migraciones desde mediados del siglo XX hasta la actualidad, con el objetivo de enfatizar en el carácter histórico de las mismas y, también, de nuestra forma de abordarlas e interpretarlas. 

Según Martínez-Pizzarro (2003), el estudio de la migración internacional se puede dividir en tres generaciones.

En primer lugar, encontramos una perspectiva clásica, según la cual el estudio de las migraciones se realiza desde una lógica estatal-nacional. Es decir, que las migraciones son concebidas como el movimiento de ciudadanos de un Estado-nación hacia otro con el objetivo de radicarse en el que ofrece mejores ventajas comparativas para el proyecto del sujeto migrante.  Subyace a esta perspectiva una visión etnocéntrica del proceso migratorio según la cual, los nacidos en sociedades menos desarrolladas buscan mejorar sus condiciones de vida en sociedades más desarrolladas. 

Siguiendo este paradigma, no se analizan las relaciones entre ambas sociedades, ni la dimensión global del fenómeno migratorio, al tiempo que el desplazamiento es considerado un hecho excepcional en la vida del migrante (Mallimaci, 2012). 

La segunda generación de estudios sobre las migraciones incorporó el análisis de las conexiones históricas y económicas entre Estados de emigración y los de inmigración, pues muchos de los primeros habían constituido territorios coloniales o enclaves comerciales y/o militares de los segundos. Sin embargo, permanece la visión dual según la cual existen países emisores de población y países receptores de migrantes. 

Sin embargo, la década de 1990 marca el surgimiento de un tercer paradigma en el abordaje de las migraciones. Tras su investigación sobre migrantes caribeños en Estados Unidos, las antropólogas Glick Shiller, Basch y Szanton-Blanc (1994), dieron inicio a una tercera generación del análisis de las migraciones desde una óptica transnacional. Es decir, dando cuenta de las prácticas desarrolladas por los migrantes, que están vinculadas a y configuradas por las lógicas de más de un Estado-nación, caracterizadas por el cruce constante de fronteras (Suárez Navaz, 2008: 911).

Como señalan Portes, Guarnizo y Landolt (2003: 31), tradicionalmente, el estudio de las migraciones ha supuesto que los inmigrantes tan pronto llegan, se establecen en la sociedad receptora y emprenden un gradual, pero inevitable proceso de asimilación. Sin embargo, contrariamente a esta concepción, algunos migrantes continúan estando estrechamente vinculados a sus lugares de origen. 

El abordaje transnacional de las migraciones, y el análisis de los lazos y relaciones que los migrantes mantienen con su lugar de origen, han demostrado que la vida familiar de muchos de ellos sucede transnacionalmente

El sistema productivo no opera sin el reproductivo, por lo que la globalización de la producción va acompañada por la globalización de la reproducción (Pedone, 2010: 15). 

La migración en busca de trabajo, el ir y venir permanentes, representan entonces, una estrategia más de entre las tantas existentes para el mantenimiento y la reproducción de los grupos domésticos, sólo que ésta se realiza en el contexto actual de una economía y estilo de vida globales (Gregorio Gil, 2012). 

Sin embargo, lo que podría llegar a interpretarse como una globalización desde abajo (Portes, 2003), o como la transnacionalización de las oportunidades de crecimiento económico para lxs trabajadorxs migrantes y sus familias, no es tal, pues, esta movilidad se encuentra relacionada a procesos de vulneración y precarización de la fuerza de trabajo.  

Más recientemente, los diálogos de los estudios transnacionales con las teorías feministas y el giro decolonial han permitido avanzar en el análisis de cómo se solapan diversas relaciones de desigualdad (origen nacional, adscripción racial y de género) visibilizando la complejidad de las diversas experiencias migratorias y la mutabilidad de las estructuras de dominación (Trpin y Jardim, 2015).

En síntesis, el estudio de las migraciones durante las últimas décadas ha permitido abordar una de las diversas dimensiones implicadas en la construcción de desigualdades en un mundo dividido en Estados que, a su vez, se encuentran integrados a una economía global. Mientras la lógica nacional y estatal atraviesa las categorías y las formas en las que pensamos las migraciones y a las personas en movimiento, los flujos de capital, las ideas, las imágenes y las enfermedades cruzan las fronteras “sin documentos”. ¿No será tiempo de repensar quienes forman parte de esa “comunidad imaginada” (Anderson, 1993) que es el Estado-nación?.


Algunos párrafos de este artículo fueron previamente publicados en: Lepratti, P. 2018. Fronteras líquidas. Trabajadores del mar peruanos en Montevideo. Contextos, sujetos y trayectorias de la inmigración en el Uruguay del siglo XXI. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Universidad de la República. Montevideo


Referencias

  • Anderson, B. 1993. Comunidades Imaginadas. Reflexiones sobre el origen y difusión del nacionalismo. Fondo de Cultura Económica. México
  • Chomsky, A. 2011. “¡Nos quitan nuestros trabajos!” Y 20 mitos más sobre la inmigración. Haymaret Books. Chicago. 
  • Glick Shiller, Basch y Szanton-Blanc. 1994. Nations Unbound: Transnational Projects, Postcolonial Predicaments, and Deterritorialized Nation-States. Gordon and Breach.  Amsterdam
  • Glick Shiller, N y Salazar, N. 2013. “Regimes of mobility across the globe”. February 2013. Journal of Ethnic and Migration Studies 39(2):183-200. DOI:10.1080/1369183X.2013.723253
  • Gregorio Gil, C. 2012. “Tensiones conceptuales en la relación entre género y migraciones. Reflexiones desde la etnografía y la crítica feminista”. En: Papers. Revista de Sociología. Vol 97. Pp 569-590. Disponible en: http://www.raco.cat/index.php/Papers/article/view/255851 
  • Mallimaci, A. 2012. “Movilidades y permanencias. Repensando la figura del movimiento en las migraciones”. En: Revista Temas de Antropología y Migración. N°3. Junio 2012. Págs. 77-92.ISSN 1853-354X
  • Martínez-Pizzarro, J. 2003. “El mapa migratorio de América Latina y el Caribe, las mujeres y el género”. Serie Población y Desarrollo, 44, Santiago de Chile: CELAD, UNFPA. Disponible en: http://www.eclac.org/publicaciones/xml/2/13732/lcl1974_P.pdf. 
  • Pedone, C. 2010. “Más allá de los estereotipos: desafíos en torno al estudio de las familias migrantes”. En: Grupo Interdisciplinario de Investigador@s Migrantes (Coord.) Familias, niños, niñas y jóvenes migrantes. Rompiendo estereotipos.  IEPALA. Madrid
  • Portes, Guarnizo y Landolt 2003. “El estudio del transnacionalismo: peligros latentes y promesas de un campo de investigación emergente”. En: Portes, Guarnizo y Landolt (Coord): La globalización desde abajo: transnacionalismo inmigrante y desarrollo de la experiencia de Estados Unidos y América Latina. Pp: 13-44. FLACSO. México.
  • Suárez Navaz, L. 2008. “La perspectiva transnacional en los estudios migratorios. Génesis, derroteros y surcos metodológicos”. En: García Roca et al (Coord): La inmigración en la sociedad española: una radiografía multidisciplinar. Pp 771-796. Ediciones Bellaterra. Madrid
  • Trpin, V y Jardim, D. 2015. “Tendencias de los estudios migratorios en Brasil y Argentina: desafíos actuales”. En: Odisea. Universidad de Buenos Aires. Facultad de Ciencias Sociales. Instituto de Investigaciones Gino Germani. ISSN: 2408-445X
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