Vengo a saldar una vieja cuenta con un querido escritor. A José Ignacio (1) le debo las páginas de crónicas más brillantes de la democracia venezolana, ese periodo que va desde 1958 y, lamentablemente, los primeros años del siglo XXI. No menos conspicuo fue su genio dramatúrgico, siempre a la orden de asuntos que resultaron […]