Mientras a Azucena Villaflor le salía la lucha por los poros, su esperanza, de tanto esperar, le quebraba los huesos; Astiz le acercaba la muerte. En ese momento pasaba un avión por el Río de la Plata. El cielo gris de aquel 29 de septiembre de 1951, predecía el nacimiento del alma oscura y criminal […]