Sol, tierra y música

Macarena es una cellista que nació en el norte de Chile. En ella está el sol y la tierra, la pasión por la música y el poderoso vínculo con las costumbres culturales de su región natal. Desde pequeña tuvo inquietudes artísticas y debutó como solista a los 15 años. Conozco a Macarena desde hace algunos varios años, cuando ella llegó a estudiar violoncello de manera formal a Santiago, en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile. Fuimos colegas en distintas agrupaciones musicales, pero pude conocer más de ella en la Orquesta de Cámara del Teatro Municipal. Siempre me intrigó su forma de tocar, su sonido limpio y robusto, y su interpretación musical llena de profundidad y sentido. Durante esos años, ella decidió emigrar del país, comenzando una aventura musical que la marcaría para siempre.

El año 2021 interpretó el Concierto “Andino” para cello y orquesta, compuesto por Erik Romero (estreno absoluto) en la Temporada oficial de la Orquesta Sinfónica de Antofagasta, su casa artística. Pero Macarena no solo ejerce como intérprete solista, sino que también se ha transformado en una activa gestora cultural, generando diversos proyectos culturales para su región.

En esta entrevista, Macarena me comenta desde lo más profundo de su corazón lo que piensa, cómo siente, y revela con profunda honestidad, cómo ha sido su desarrollo musical a través del tiempo.

¿Cómo ha sido la experiencia de convertirse en gestora cultural en tu ciudad natal?

Ha sido un gran desafío, ya que es como sembrar la tierra en el desierto, es un proceso lento y requiere de un trabajo arduo, minucioso y perseverante, que con amor y dedicación siempre brotaran frutos.  

Además, ha sido una de las experiencias más enriquecedoras en todos los aspectos de la vida que he tenido hasta ahora.

¿Porque elegiste Argentina como destino para tus estudios musicales?

Se dio por descarte, ya que había postulado a la Academia de la OSESP en Brasil como primera opción y a la Academia del Teatro Colón en Buenos Aires como segunda. Yo no sabía que, por políticas internas sobre envíos internacionales, la encomienda de mi postulación debía pagar un impuesto al momento de ser recibida en el teatro, y como el guardia de la puerta no estaba informado, no la recibió y la devolvieron a la sucursal, se demoraron varios días en enviarla de nuevo y llegó 1 día después del cierre de postulación, por lo que quedé fuera y por esto tomé la opción de postular en Argentina.

¿Cuáles son tus tres cellistas favoritos?

Jacques Morelembaum, Sol Gabetta y Pablo Casals

¿Cuáles son las dos obras para violoncello que le gente debería escuchar al menos una vez en la vida?

Las 6 suites de Bach y el concierto de Dvorak para cello y orquesta

¿Cómo fue la experiencia de tocar como solista la obra para violoncello del compositor Erik Romero? ¿Que significó para ti la interpretación de esta obra?

Sin duda es una de las experiencias más importantes de mi carrera y significó abrir una puerta muy grande, que me está mostrando muchos caminos en cuanto a la conexión conmigo misma, mi origen ancestral, mi tierra, y con las personas que me rodean. 

También pude consolidar mis amistades desde la pasión por el arte, la creatividad y el respeto.

Como última pregunta, ¿cuál sería el consejo que le darías a la juventud musical de nuestro país?

Que crean en si mismos con convicción siempre. Que el amor y pasión sea el impulso para seguir adelante ante cualquier adversidad.

También es primordial cultivar con dedicación y disciplina el cuerpo, mente y sobre todo el espíritu.

Y, por último, mantener encendido siempre ese fuego que tenemos dentro y entregarse religiosamente a nuestra fé en la vida y en Dios.

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