Dúo Gestos junto a la Sinfónica de Antofagasta: Calidez y sinergia de la mano de Max Bruch

Concierto sinfónica


El grupo conformado por Karol Dinamarca y Pablo Salinas debutó el pasado 14 de junio en la segunda región,en una velada que también tuvo al director Rodolfo Saglimbeni dirigiendo a la orquesta de la ciudad. La impecable interpretación del “Doble concierto para violín y viola op.88” del compositor alemán llevó al público por un camino de intensas emociones que se coronó con un bis de Jean Sibelius.

Una más que grata impresión en el público dejó el cuarto concierto de la Orquesta Sinfónica de Antofagasta en su temporada 2024, quedando como una de las veladas más especiales que este cuerpo artístico ha ofrecido en el último tiempo. El hecho de alejarse momentáneamente del Teatro Municipal (cerrado por remodelaciones a su sala principal) no restó brillo a la ocasión, con el gimnasio del British School estableciendo una mayor intimidad con la música para las más de 200 personas que llenaron el lugar.

En gran parte eso se debió a los invitados que tuvo esta instancia. Por una parte, el director titular de la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile, Rodolfo Saglimbeni, demostró el porqué es considerado uno de los mejores del continente. Guió con maestría a los músicos a través de un repertorio muy expresivo y lleno de vaivenes, a la vez que con simpatía ponía en contexto al público sobre las piezas interpretadas y sus compositores.

Por otra parte, se hizo presente el Dúo Gestos, compuesto por dos solistas que también integran la Sinfónica Nacional, Karol Dinamarca en violín y Pablo Salinas en viola. Su primera visita a la región se vio marcada por el brillante desempeño al interpretar el «Doble Concierto para violín y viola op.88» de Max Bruch, que compuso la primera parte del recital.

Ambos intérpretes presentaron previamente esta obra durante el año en otras localidades del país, lo que explica su prístina ejecución. La compenetración entre Dinamarca y Salinas se hizo cada vez más notoria a medida que avanzaban a través de los tres movimientos que conforman la pieza, marcando el camino iniciado de manera lenta y acogedora en el primero, avanzando hacia terreno más intenso en el segundo para terminar en un clímax potente en la parte final. La orquesta, requerida para poner el telón de fondo al inicio, terminó intercambiando el protagonismo con el dúo, demostrando estar siempre a la altura de la exigencia que requería la pieza.

Los asistentes escucharon con respeto y terminaron aplaudiendo fuertemente, lo que fue correspondido por ambos músicos en forma de un bis. Tras agradecer la buena recepción y remarcar la importancia de las colaboraciones con distintos artistas y trabajadores de la música en su desarrollo como dúo, interpretaron en solitario el “Dúo para violín y viola en Do Mayor” de Jean Sibelius. La obra no hizo más que intensificar la emotividad de la ocasión, con pasajes que evocan cierta melancolía, pero siempre dentro de una gran calidez generada por la sinergia entre los intérpretes.

Un nuevo aplauso marcó el final de la participación del Dúo Gestos, con el elogio extendiéndose por medio de algunas personas que felicitaron a Dinamarca y Salinas tras el final de la velada. Una grata primera impresión mutua que de seguro dará lugar a un regreso, el que ojalá sea pronto y, de ser posible, en el Municipal; un espacio quizá menos íntimo pero sí adecuado para que su talento logre mayor alcance en el público regional.

La segunda parte del evento trajo la interpretación por parte de la orquesta de la segunda sinfonía de P.I. Tchaikovsky, conocida informalmente como “La Pequeña Rusia” y que expuso las dotes del cuerpo musical en una dimensión más completa en el vertiginoso andar marcado por el compositor ruso. Fue el punto cúlmine de una gran noche que terminó con el público local agradeciendo el trabajo de sus músicos bajo la batuta de Saglimbeni.

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