Fill mapu kiñe püll´ü kizungueiñ
Ka inchiñ ka pefapüll´ü ngueiñ
Pepilelañ nguelaiñ inchiñ taiñ püll´ü
Welu chognlay kairr´uke
Kiñe püll´ü kizu ngueiñ inchiñ,
kemga kiñe mapu kizu ngueiñ,
kizungueiiiiiiiiiiiñ
Toda la tierra es una sola alma
somos parte de ella
no podrán morir nuestras alma
cambiar sí que pueden
pero no apagarse,
una sola alma somos,
una sola, sola, alma, almaaaa
Aimé Painé nace un 23 de agosto de 1943 en Ingeniero Luis A. Huergo, Argentina. Llamada Olga Elisa Painé, producto de la imposibilidad de anotar a los recién nacidos con su verídico nombre mapuche, debido a las leyes argentinas establecidas en dicha época.
En el mes de honrar y celebrar a nuestra Pachamama, aunque deberíamos respetarla y cuidarla todos los días del año, recordamos la vida de esta cantautora de origen mapuche y tehuelche. Una de las tantas artistas de nuestras comunidades originarias que alzaron su voz y soltaron al viento la verdadera cultura de nuestro país, pese a cualquier intento de represión, negación y extinción de la cosmovisión de sus pueblos.
A sus tres años, Aimé se vio obligada a criarse entre misas y Padrenuestros, que poco tenían que ver con su origen. Si bien no tuvo otra opción que practicar la educación cristiana como interna-pupila en el hogar “Saturnino Enrique Unzué” de Mar del Plata, ella no dejó de resistir y guiarse por lo que su corazón y su sangre le dictaba.
Más allá de su historia personal, la cual estuvo repleta de fuerza y convicción por reconstruir y reafirmar su verdadera identidad; esta mujer de voz magnífica fue la primera artista mapuche que mostró a través de sus cantos, los orígenes y la sabiduría de su pueblo. Todo show era motivo suficiente para que suene bien fuerte el mapudungún, y exhibir frente al mundo las vestimentas y elementos de su comunidad.
En el año 1973, ingresa al Coro Polifónico Nacional; suceso que se vuelve crucial para su vida artística; ya que en un encuentro internacional de coros, llevado a cabo en Mar del Plata, vivenció y sintió la total negación de su país frente al verdadero origen de su tierra. El coro argentino había sido el único de todos los concursantes, que no había preparado ninguna obra de origen nativo. Por lo cual, decidió adentrarse en las tierras del sur y, así, absorber toda la espiritualidad y el conocimiento de su gente, hasta volverlo canción.
Finalmente, Aimé fallece en Paraguay, en septiembre de 1987, luego de sufrir un aneurisma cerebral durante una de sus grabaciones. Pero sin duda, hay algunas almas que nunca mueren y se inmortalizan en el tiempo con su magia.
Viento del norte, tu chispa enciende
la vieja fragua de los veranos
donde va el tiempo a templar sus lunas
para el oeste de los ocasos
Kürüf viento
Kürüf viento
Viento del sur, patrón de la nieve
pinta tu pelo el canoso invierno
la Patagonia te da su abrigo
en los vellones de los corderos
Kürüf viento
Kürüf viento
Viento del este, tus temporales
azotan montes desmelenados
y los caldenes crujen sus ramas
como mentiras de viejos diablos
Es hermoso cuando viene el viento
desde la tierra cordillerana
achata el pasto contra el suelo,
deja piedras amontonadas
üñüngei küpapeyum kürüf
mawisam mapu meu
wilafi wilafi werpui kachu
makofi makofi ferpuwin kura
Kürüf viento
Kürüf Tayül (Canto Sagrado del Viento)
Bibliografía
- Rafanelli, C. (2011). “Aimé Painé, La voz del pueblo mapuche”. Editorial Biblos/Desde América.