Quizás descubrí
que desde el horizonte
de tu pecho
pude hallar
un nuevo color
un nuevo calor
entre tantos calores
Y sé que fuegos
enardecidos
se aseguran
el territorio a quemar
y sin perdón
traspasan las fronteras
en un arrebato
de privatizar
la libertad
y de respirar para avivar, sin soplar
Quizás suba más rápido
de lo esperado
o no
quizás era como había deseado hace tiempo
que esos fuegos;
sin prisa pero sin permiso,
agarren el deseo
como un arte a crear,
como si ya lo supieran
como si la intuición y el aroma
de esos cuerpos
fuera el combustible,
el suspiro acelerado en el oído,
y los latidos que pierden pista
ante tanto ritmo
Hay fuegos
y fogones
que quieren
ser prendidos
ante el mínimo atisbo
de contacto
y vulnerabilidad;
allí donde las fronteras se quieren unir
en esa conquista
de la cual me pienso
rendir
y a la vez huír.