Venezuela es un país que se reinventa desde la cultura  

Entrevista a Arturo Gutiérrez Plaza

Arturo Gutiérrez Plaza, (Caracas, 1962), es un poeta y ensayista venezolano, con un amplio recorrido académico dentro de su país e internacionalmente. Es Magíster en Literatura Latinoamericana Contemporánea por la Universidad Simón Bolívar y PhD en Lenguas Romances y Literaturas (Universidad de Cincinnati, 2009) (1) 

En su libro Cartas de renuncia (2020), editado por la Fundación Poeteca, Gutiérrez Plaza siente a Venezuela desde la poesía, el autor toma el pulso del país de una manera sublime, nos muestra el dolor, la angustia y la desesperación de quien se sabe perdido en la realidad desquiciante de este alocado terruño. 

Desde la Revista Latinoamericana Cuerpo y territorio decidimos entrevistarlo para indagar en la historia y en los fantasmas de Venezuela como país, hablar con él nos permitió conocer la historia de una parte de la literatura venezolana, que inevitablemente se amalgama con el destino que, la providencia (si es que existe) le ha marcado a la nación latinoamericana. 

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Jefersson y yo llegamos a la Poeteca a eso de las 4.00 p.m., ambos estábamos emocionados de entrevistar a Arturo, habíamos coincidido con él en la presentación de la novela de la autora venezolana Julieta Omaña Molokotov (2021). Arturo nos esperó en la sede de La Poeteca en Altamira-Caracas, una vez allí Arturo nos esperaba, en el espacio fueron muy amables, nos prestaron una de las salas de taller y nos encerramos alrededor de tres horas, las cuáles valieron cada segundo del tiempo marcado. 

¿Hacia dónde ha movido la crisis el proceso cultural venezolano?

Fíjate, estamos aquí sentados, en un sitio que se llama la Poeteca, un sitio que una vez Rafael Cadenas se refirió como algo inverosímil. Esto no podía existir en la Venezuela de la democracia, de la cuarta República, no existió, nunca existió, estaríamos en el CELARG, una institución cultural del Estado venezolano.

La Cultura se entendía en la Cuarta República como el CONAC o el Ministerio de Cultura que era el gran paraguas. Uno hacía su proyecto de acción para el siguiente año para buscar presupuesto y  estabas en la cultura si te asignaban un presupuesto para poder montar tu obra de teatro, para hacer tu revistica, para publicar un libro, para hacer una película, entonces la cultura era amparada por el Estado y la lucha entre todos los grupos, por tratar de sacar una plata de allí, para hacer su acción… en el mejor sentido.

Eso, sin duda, es muy bueno, pero con todas las implicaciones de… eso conlleva que tu como grupo cultural, como individuo, tenías que estar buscando recursos en el Estado, para poder funcionar, y si quedabas fuera de ese paraguas, no existías la cultura… y siempre habían grupos de poder, mecanismo de obtención de recursos que… en fin podían haber injusticias.

Ahora eso desapareció, la crisis hizo que eso desapareciera, también ha habido un proceso como todo en el país de reinvención, entonces la cultura ha tenido que buscar alternativas, de distintas maneras, la Poeteca es una expresión,  hay 15 expresiones distintas, pero esto es una expresión que no existía.

Ahora, por el otro lado hay grupos, que cuando ese paraguas se acabó, se movieron y se inventaron una ONG, y buscan recursos afuera.

La crisis ha obligado a todo el país cultural a reinventarse y a buscar alternativas que estaban allí pero que no se veían, igual que pasa con los escritores, había alternativas que estaban allí pero no se veían, no hacía falta verlas, publicadas, en Monte Ávila, en Fundarte en Biblioteca Ayacucho y chao. No veías más allá.

Ahora pasa lo mismo, el paraguas del Estado se acabó y tienes que buscar a los lados. Esa reinvención termina siendo muy positiva. Fíjate en el caso mejicano, México tiene una grandísima tradición de apoyo estatal a la cultura, cómo ningún otro país de América Latina. Un escritor en México vive de ser escritor, es decir, cuando has demostrado cierta solvencia, cierta trayectoria, tu puedes hacer un proyecto, voy hacer una novela, un libro y te dan una beca de tres años y vives bien, clase media, un buen sueldo, eso no existe en ningún otro país. 

Eso a mí me pareció maravilloso, hasta que un día, Sergio Scheffer, (un gran amigo que murió hace poco) me dijo: ¡a mí no me parece tan maravilloso!, creo que eso tiene una serie de limitaciones en tus posibilidades de búsqueda de otras cosas. Viendo aquella conversación desde aquí, estoy de acuerdo con lo que decía Sergio, esa comunidad adormece al creador, no estoy diciendo que tienes que vivir en el desierto, no es el desierto tampoco, esto te ha obligado a buscar otras alternativas; creo que la crisis ha producido eso, muchas experiencias de reinvención, de buscar alternativas, además las nuevas realidades globales hacen que cualquier experiencia va estar conectada con el mundo, no va hacer solo doméstica, eso también te abre otras alternativas.

La cultura se sigue reinventado, la gente que está en el mundo cultural está por pasión, no por dinero, no por que vas a sacar de ahí millones. Yo fui originalmente en otra vida ingeniero en computación, pero yo abandoné todo por la poesía, evidentemente en términos lucrativos no era la mejor apuesta, pero si uno está en eso es por algo, que va más a fondo.

Quién está en el mundo cultural, es porque realmente hay una necesidad existencial y uno se va a reinventar ante las circunstancias.

Por supuesto lamento que hacia donde voltees no hay nada que lo ayude a uno, pero ahí está la evidencia, hay una cantidad de experiencias por ahí circulando que a pesar de las dificultades se están dando, entonces eso hace que desde la cultura allá que repensar al país; ya aquel país no existe, ni existirá, y quizá ni malo esa eso, sí llegamos a esto fue por algo.

En el poema Hogar (2) hablas de unos fantasmas que avergüenzan al país, ¿Cuáles son esos fantasmas?

Son muchos los fantasma que avergüenza al  país, para mí uno de los mayores fantasma y de las tragedias mayores de Venezuela es el culto al caudillo y el militarismo, eso para mí lo es que ha destruido este país, a uno se le olvida que desde 1830 que Venezuela se separa de Colombia, este fue un país de militares hasta 1958.

Es decir un mínimo paréntesis de 11 meses con Rómulo Gallego que fue derrocado, no llegó ni a un año. Costó mucho en este país crear una República civil, un gobierno civil y eso fue arrasado.

¿Habremos aprendido de la crisis a no rendir culto al caudillo?

No lo sé, y eso es parte de la tragedia. En 1909, Rómulo Gallegos junto con Julio Rosales, Julio Enrique Panchart, formaron un grupo que se llamó la “Arborada” ese grupo se formó, cuando Cipriano Castro sale de Venezuela por la enfermedad y Gómez lo saca del poder. Hubo una gran expectativa de un gran cambio en el país, un país democrático, y formaron una revista que se llamó la “Alborada” el nacimiento del nuevo país, el país democrático, después vino Juan Vicente Gómez 27 años, hasta que se murió de dictador. 

El día en que Venezuela aprenda de los males del caudillismo y del militarismo, ya estaremos en otra etapa de la historia, pero la demostración es que 1958 a 1998, fue un paréntesis y después volvimos a pensar que allí estaban las soluciones, ojalá, el país ha sufrido mucho, pero yo no puedo saber si con esto vamos aprender, por que parte de la tragedia es que no hemos aprendido de la historia, parte de los fantasmas también están en eso, en no haber aprendido de la historia.

Fíjate, yo si creo que hubo errores muy importantes. Cuando pensamos países como Japón y Alemania que fueron países totalmente destruidos después del 45, y en 20 años eran potencias mundiales otra vez; nosotros seguimos (ese es otro de los fantasmas) como plañideras que somos víctimas de todos los imperios del planeta, “nuestra tragedia es que los imperios no nos han permitido ser nada”, ese discurso se ha acentuado más todavía ahora. 

Hay un libro de Carrera Damas que se llama “Una nación llamada Venezuela” (3), Carrera Damas dice que la tesis fundamental con la que se construye Venezuela es: “seremos grandes por que fuimos grandes”.Cuándo yo estudié primaria todo era la épica independentista la Batalla de Carabobo y todo los héroes, después hubo un paréntesis y llegamos a la democracia; esa tesis  “seremos grandes por que fuimos grandes” eso es lo que vivimos hoy en día, todo el tiempo es una batalla, un batallón, que nos garantiza la grandeza… “Si no pudimos ser grandes es porque en el medio vino alguien que impidió nuestra grandeza”… hasta que no salgamos de eso y estemos en el presente viendo y aprendiendo del pasado, para construir un futuro, estamos mal. 

Creo que ese es otro de los fantasmas, la eterna victimización; son las “Venas abiertas de Latinoamérica” (4) de Galeano, eso es, no hemos tenido oportunidad histórica, porque somos víctima de todos los imperios. Por supuesto los imperios están allí, pero nosotros tenemos nuestra cuota. 

Cuando Alemania le tocó renacer después de todo ese periodo del nazismo, en la constitución alemana, el nazismo ha sido condenado, en la Alemania actual es nazismo en condenado, desde que el niño nace el nacismo esta condenado, un Alemán hoy un día difícilmente, bueno abra siempre pro nazi, pero hay una concepción del Estado de los peligros para ese Estado que se quiere tener, y el nazismo en un gran peligro, históricamente, nosotros no hicimos eso con el militarismo y el caudillismo. 

Costo tanto hacer la democracia, crear un ciudadano verdaderamente ciudadano, y una conciencia civil verdaderamente fuerte era fundamental, no porque esté rechazando que exista un ejército y unas Fuerzas Armadas, pero si ese es su rol, es su rol, no es ser el nuevo dictador, el nuevo caudillo que nos va a resolver la vida.

El fracaso de la democracia pasa por allí, no a ver creado un ciudadano, una conciencia civil, lo suficientemente fuerte para que no llegáramos a lo que hemos llegado.

Una de las crisis tiene que ver con el proceso educativo, la generación política de relevo ha dado mucho que desear, nuestra tragedia es tanto la oposición como el gobierno. En la oposición el liderazgo es tan pobre en dos términos, primero lo oyes hablar, ¿qué cultura tienen? ¿Qué visión histórica tienen?, ninguna. A mí me parece que todos son perfectos para alcaldes, para arreglar alcantarillas, pero que no lo saques de ese plano, (risas en la sala) todos son alcaldes, es decir, ninguno es un estadistas, ninguno tiene una visión histórica… 

¿Los procesos de reflexión cultural, la poesía, la literatura, el cine nos puedan acercar a sanar esos fantasmas?

Es un espacio, ¿qué cosa es la cultura? La cultura es el cultivo de las facultades espirituales e intelectuales de un individuo que se convierten en colectivo en una sociedad, es la construcción de una manera de pensar, de sentir, de ser, y allí se van a expresar esos problemas, no como el resultado de un programa del realismo socialista, sino natural.

Cuando la cultura responde a algo cierto, algo verdadero, algo honesto, yo creo que van a salir los problemas que tiene que salir  que están ahí en esa sociedad.

No puede haber una sociedad sana, una sociedad desarrollada, sin un espacio y una actividad cultural de peso, que justamente allí se piensa al individuo, a la sociedad, no en términos programáticos, sino como parte de un colectivo. 

En el año 36 cuando muere Gómez, Mariano Picón Salas vivía en Chile, exiliado, y vuelve a Venezuela, cuando vuelve hay un proyecto muy importante que es la Revista Nacional de Cultura, cuando uno revisa las primeras páginas de la revista de lo que se va hablar es de la necesidad de la cultura en la construcción de ese nuevo país después de Gómez. 

¿Ha sido positivo para la literatura venezolana salir del país?

 “Doña Bárbara” se publicó en la Editorial Araluce en Barcelona España, en 1928; la novela ganó el premio de la mejor novela extranjera publicada en España y a partir de ahí se hizo famosa.

“Lanzas Coloradas” de Arturo Uslar Pietri, se publicó en 1931 en París, no se publicó en Caracas.

Las novelas de Teresa de la Parra, “Ifigenia” (5) y “Memorias de Mamá Blanca” (6) se publicaron en París, con cartas donde ella le pedía a Gómez que la ayudará a publicar allá porque si se publicaba en Venezuela no pasaría nada.

Te hablo de tres casos, que son los tres casos más importantes del canon de la primera mitad del siglo XX de la literatura Venezolana, publicados en el exterior. Tu revisas el canon de la literatura hispanoamericana y la contrastas con el canon de la literatura venezolana y hay algo que lamentar, no hay un solo libro venezolano publicado en Venezuela, que forme parte del canon de la narrativa hispanoamericana. En poesía hay ciertas obras que se irán imponiendo como las de Eugenio Montejo o Rafael Cadenas.

La Venezuela petrolera hizo que se genera la institucionalidad cultural venezolana, lo cual fue muy importante, el INCIBA en 1965, y luego el CONAC en el setenta y pico, aflorarán a finales de los 60s Monte Ávila la cual fue muy importante para América Latina y luego en el 74 se funda la Biblioteca Ayacucho y el Centro de Estudios Latinoamericano Rómulo Gallegos, se fundan,una cantidad de instituciones y de posibilidades institucionales que fueron muy importantes. 

Por eso creo que hubo una suerte de espejismo, si uno lograba publicar en Monte Ávila, -que era muy importante en ese momento- sentías que ya publicaste en Visor, es decir, que ya estabas en el mundo y la realidad en que no pasaba nada. Es decir, que el escritor venezolano tenía poco interés de confrontarse con el mundo, en términos editoriales, se conformaba con publicar en Venezuela. 

Entonces, la situación actual que genera la diáspora, donde el venezolano se ha visto forzado a salir (no porque quería salir) lo ha puesto en un mundo que antes no conocía, que antes el venezolano, a diferencias de otros países no tenía esa experiencia. Porque los argentinos, los chilenos, los colombianos, desde siempre, han salido; todos los escritores del boom vivieron fuera de su país, Vargas Llosa vivió fuera de Perú, García Márquez vivió fuera de Colombia, si alguien viajó por el mundo fue Rubén Darío y Pablo Neruda

El venezolano no tenía conciencia de que la existencia de un escritor también tiene que ver con su circulación en un circuito mayor, y eso no se daba solamente con publicar en Venezuela. Hay casos muy excepcionales como el de Eugenio Montejo, el desde joven tuvo mucho contacto epistolar, fuera de Venezuela, el publica cuatro antologías fueras de Venezuela, antes de publicar la quinta en Monte Ávila, ese es un caso excepcional.

El tema es que la situación venezolana actual, ha obligado a buena parte de los escritores a salir y se han tenido que confrontar con otras realidades que no son nada fáciles, de estar en un espacio que no es tuyo. Sí creo que en términos del saldo literario el resultado ha sido positivo, esa confrontación era necesaria, hay un aprendizaje importante, pero como comentaba en la lectura que hicimos acá (en la Poeteca), no existen dos Venezuela, una fuera y una adentro, hay una sola Venezuela, yo estoy afuera y esto adentro, en dos semanas, si resuelvo un problema con el SAIME en dos semanas me vuelvo a ir. 

Pero yo estoy fuera y me siento adentro y estoy adentro y me siento afuera, claro es una situación muy singular. Creo que hay que pensar a Venezuela así, es muy negativo pensar que hay unos venezolanos ahí de segunda que se quedaron adentro y otros que están afuera. Además, cuándo uno habla de la literatura colombiana, uno no está pensando que García Márquez vivió la mitad de su vida en México, es colombiano ciento por ciento.

Siento que esto que ha pasado igual que la COVID , es terrible, pero que al final hay un saldo positivo, es decir podemos tener el Zoom. Podemos tener cosas que antes eran impensables. En algunos casos han habido resultados importantes, esto ha hecho que la literatura venezolana, tenga una presencia, no diría que demasiado importante, pero sí, mucho más significativa que en el pasado. Por el Ejemplo, Karina Saiz Burgos,la novelista venezolana que está en España, que era periodista en el nacional, más allá de lo que un piense de su novela, – no lo puedo hablar por que no la he leído -, tengo comentarios de amigos, que quizá no la estiman demasiado la novela, pero más allá de eso, esa novela ha sido, un super best seller, mundial, es decir esa novela cuando la presentaron en la feria de Francia ya tenía 17 traducciones, eso no existió ni con Doña Barbara. Claro, el tema de “La Hija de la Española”, es el chavismo y la tragedia venezolana, que es producto de exportación, igual que el sicariato es un producto de exportación colombiano, o Pinochet en Chile, nuestro producto de exportación es la ruina y el chavismo y eso se vende afuera.

No deja de haber una mirada colonial de Europa y Estados Unidos hacía América Latina, nuestro temas vendibles son eso, no somos otra cosa, entonces si hablamos de la ruina, de Chávez, de la violencia, eso se vende. Pongo un caso, la mejor novelista venezolana, sin lugar a duda, a mi modo de ver es Victoria Stefano, ella no tiene ninguna proyección fuera, porque ella no toca esos temas. Esa es otra tragedia de la literatura contemporánea, la extrema valoración de lo temático sobre el producto artístico, entonces tu puedes ser un escritor mediocre, sin gran factura estética pero tocas cierto temas que están en las agendas de ahorita, tiene un mercado que te va a buscar y te va a vender y te va a promover. 

Te aseguro que Karina Saiz Burgos no es la mejor escritora venezolana, pero si la ves en términos de cifras de venta está por encima de Gallegos, Uslar Prietti y de todos sumados. 

Está ocurriendo algo que antes no había ocurrido, que muchos escritores venezolano, que hay muchos escritores venezolanos fuera de Venezuela, que hacen comunidades literarias más globales y más heterogéneas y también en el espacio crítico hay mucho profesor de literatura que también ha salido, entonces se están creando posibilidades de espacio de recepción de obras de venezolanos. 

Lo que pasó con los Argentinos  y las dictaduras del Cono Sur, con los chilenos, los uruguayos como ha pasado siempre con varias culturas latinoamericanas, que han tenido profesores en Europa y Estados Unidos y ellos han promovido el conocimiento de esas literaturas.

En ese sentido diría que es un buen momento, porque hay condiciones para que se conozca mejor la literatura venezolana, pero es el peor momento en términos de la institucionalidad venezolana… Monte Ávila no existe, el Perro y la Rana no sirve, ya el Premio Nacional de Literatura es inexistente, no hay nada, Venezuela es tierra arrasada. Cuando teníamos  instituciones bien armadas no pasaba nada fuera.

La Venezuela petrolera nos volvió muy cómodos. Un país muy cosmopolita por un lado, porque venía mucho extranjero y por el otro, muy provinciano, sin ningún interés de confrontarte con el mundo, sino que el mundo viniera a ti.

Fíjate cuales son los grandes artistas plásticos venezolanos, Cruz Diez, Soto, y Alejandro Otero, y los tres se fueron de Venezuela, y si no los hubieran reconocido en Francia o EEUU no existirían en Venezuela. 

¿Cuáles son las principales diferencias de la poesía venezolana con respecto a la narrativa?

La poesía no responde a las exigencias que el mercado le impone a la narrativa, es decir, cuando estábamos hablando de la cierta proyección que la literatura venezolana pueda tener y que estaba atada a un tema qué es el chavismo, ahí hay una imposición del mercado, si tu vas por ahí puedes que tengas éxito comercial, si no vas por ahí, pues no te van a leer, en el caso de la narrativa.

En el caso de la poesía eso es inexistente, es decir la poesía jamás va hacer de best seller, en el caso de la poesía no está regida por los mecanismo del mercado, porque estamos en una sociedad desde hace mucho, donde la poesía no juega ningún rol, es decir, así de simple es, te voy a poner un ejemplo de lo que estoy diciendo, ustedes conocen el nombre de Eugenio Montejo, ¿no?, bueno Eugenio era un poeta conocido entre poetas, pero no en el país, yo fui muy cercano a Eugenio Montejo, yo tenía un taller literario en la Universidad Simón Bolívar, que se llamaba Lugar Común, en el año 2002-2003, un día estoy hablando con Eugenio Montejo y me dijo que se había enterado de una película donde había un poema de él, y le pregunto, como se llama la película y me dice: se llama “21 gramos”, ve a verla a ver qué te parece, entonces yo voy al cine y comienzo a ver la película, una película muy violenta como las de González Iñarritu, entonces yo veía eso y pensé Eugenio me está tomando el pelo, entonces llega un momento donde Sean Penn conoce a Naomi Watts y le comenta: “como dice un gran poeta venezolano” ( en ese momento en la sala de cine hizo uuuuuuaaaaaaaaaaaaaaaa) Sean Penn te dice, que hay un poeta venezolano, segundo que es un gran poeta y tercero te da el nombre y recita el poema: la tierra giró para acercarnos…

Después de esa película, en todas las librerías de Caracas, le pusieron un cintillo, el poeta de “21 Gramos”, Eugenio Montejo se convirtió en un Best Seller. Fíjate cómo funciona el mercado y la cosa mediática… Yo invité a Eugenio Montejo al taller, y pusieron en la entrada de la Universidad una pancarta -Hoy Eugenio Montejo… tuvimos el taller y era 150 estudiantes que nunca en su vida habían leído poesía.

La narrativa se mueve por otros cauces, es decir, hay best seller, hay novelas que pueden hacer que un novelista tenga reconocimiento y éxito económico. En el caso de la poesía ¡no! y esto es una ventaja porque la creación poética no está sujeta. Yo no escribo poesía porque me voy hacer millonario o porque me van a pagar nada, escribo por otras razones.

El poeta no está pensando que va a escribir un libro porque ese si se va a vender y va a tener muchos lectores. entonces ahí hay una diferencia radical y eso puede tener que ver con la calidad a la cual te estés refiriendo, porque cuando estas escribiendo no por los dictados de un mercado, si no que estas pensando o trabajando desde otro lugar, yo creo que puede haber en la manera de enfrentar ese oficio otras consideraciones que hacen que en términos estéticos haya más elaboración que en el campo de la narrativa. 

Ahora, eso de que en Venezuela hay grandes poetas, yo no diría que no, pero tampoco diría que sí, en el sentido de que casi es un cliché porque a cualquier pais de Latinoamerica que vayas te van a decir: ̈este es un país de poetas ̈. ciertamente los escritores venezolanos de mayor predicción hoy en día son poetas, sobre todo Montejo y Cadenas.

¿Escritores venezolanos que te hayan marcado y que hayan sido referente en tu poesía?

De venezolanos ya te he dicho muchos, te mencione a Victoria Stefano, ella es narradora pero para mi es poeta, es una extraordinaria lectora de poesía, ella tiene un libro sobre Baudelaire que es extraordinario (que eso es otra carencia de los narradores contemporáneos, que no leen poesía), tú oyes las declaraciones de Vargas Llosa, de Cortázar, García Marquez eran lectores enfebrecidos de poesía. 

La poesía de la que estamos hablando, de una aproximación al arte verbal, a la palabra que es el mayor grado de síntesis que ponen en crisis la  relación significado significante que no es el mero lenguaje comunicativo instrumental… Yo creo que los narradores nacidos de los 80s para acá se han nutrido fundamentalmente del cine y del mundo audiovisual, es decir, de las propias novelas pero ya la poesía que es el trabajo de lenguaje no está, ese trabajo de lenguaje que ves en los narradores está por la poesía y hay mucho narrador que no tiene contacto con la poesía, entonces yo creo que hay una carencia en general, que no se si llamarla carencia o una característica del tipo de narrativa que se hace hoy en dia.

Nombres, en poesía: Juan Sanchez Pelaez, Rafael Cadenas, Eugenio Montejo. Mujeres: Luz Machado, Enriqueta Arvelo Larriba, Ida Gramcko. En términos digamos…universales a mi me gusta mucho y me parece extraordinaria poeta, la poeta polaca Wisława Szymborska, Emily Dickinson poeta norteamericana, Blanca Varela una gran poeta peruana. Masculinos: Pessoa, Kafavis, hay un poeta llamado Charles Simic es un yugoslavo en la antigua Yugoslavia que llegó a Estados Unidos a los 16 años sin hablar inglés y toda su obra ha sido en inglés, es un poeta fundamental estadounidense, hay un poeta peruano que a mi me parece extraordinario  se llama Jose Watanabe de padre japones. 

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Hablar con Arturo Gutiérrez Plaza nos llevó por un viaje maravilloso sobre la conformación de lo que somos como venezolanos, escuchábamos atentos como si de una clase magistral se tratara, Arturo con el don de la palabra que no calla, fue dejándonos profundas y atinadas reflexiones, con una pericia crítica de quién se sabe ha vivido en este país, y ha leído todas sus posibilidades de lenguaje. En Venezuela, siguen retoñando las mentes y los corazones de quiénes hemos decidido quedarnos, para encontrar nuevas formas de reinventarnos y las posibilidades de emerger, quizá, la literatura y la cultura, no nos salven, pero, siempre ayudan, y porqué no, quizá, sean la mejor salvación en este momento. 

Por: Niyireé Baptista y Jefersson Leal 

Fuentes

  1. https://lapoeteca.com/arturo-gutierrez-plaza/
  2. Gutierrez Plaza, Arturo, Cartas de Renuncia, La Poeteca, Caracas, 2020. 
  3. Una nación llamada Venezuela. Germán Carrera Damas. Monte Avila Editores Latinoamericana, 1997 
  4. Las Venas abiertas de América Latina, Eduardo Galeano, Siglo XXI editores, 1971
  5. Teresa de la Parra, Ifigenia, 1924
  6. Teresa de la Parra, Memorias de Mamá Blanca, 1929

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